Primeras visitas de allende los mares

Como ya comenté en el post anterior Abella y Lucas han tenido la oportunidad de ver con sus propios ojos mi ajetreada y estresante vida como estocolmés, estocolmiano o como coño se diga el gentilicio de esta maravillosa ciudad. Como se que estos son un pooc fantasiosos y a veces se les va la pinza trataré de resumir lo que han dado de si estos seis días como anfitrión-guia de mis compañeros carbayones, que no os cuenten bolas...

Lunes: No hay mucho que decir, llegan con alguna que otra dificultad pero por su propio pie a mi humilde morada casi a las tres de la mañana, yo, que estaba en una fiesta celebrando el cumplaños de Rui (un portugués), salgo a recibirles jubiloso y con cerveza de medio litro en mano, como Dios manda, vamos.

Martes: Día completo de turismo dominguero. Por la mañana les enseño en menos de 2 horas a esta gente todo lo que hay que ver en mi barrio (Sundbyberg), un par de parques, un complejo deportivo y pista (me río yo del patrimonio de Florencia o de Atenas). De tarde super-caminata por el centro de Estocolmo, mi universidad (KTH), el antiguo estadio olímpico, la biblioteca, el barrio mega-pijo (Stureplan), el paseo de Kunstradgarden, y una vuelta por el casco histórico de Gamla Stan. Como era martes y aquí los martes no se sale pues de noche en casa viendo algún episodio de Family Guy y a dormir, que el día fue realmente agotador.

Miércoles: Día completito. Yo tenía una recepción en el ayuntamiento (yo solo no, se entiende, sino todos los estudiantes extranjeros) así que mientras yo me ponía ciego a vino blanco en el lugar donde se entregan los premios Nobel estos se fueron al centro de compras donde adquirieron uno de los más preciados regalos que vi en mi vida; Olaf, el alce feliz, que daría mucho juego posteriormente en los botellones-preparties del piso. Por la noche fiesta erasmus en Alluset, cerca de mi uni, Lucas y Abella se hicieron amiguitos de una tía que resulta que era de Vallobín (el mundo es un pañuelo), yo, en cambio, que siempre me ha tirado más el rollo comunista de los paises del este me hice más que amigo de una húngara llamada Erika (no quiero comentarios).

Jueves: Día de infamia, y es que tocaba Viking line hacía Mariehamm, en las islas Alland, (islas que aún no se si existen porque aún no las he visto gracias a las tajadas brutales que te pillas en las Viking), día para recordar, mil anécdotas, la tuna de toledo, las suecas borrachas de cumpleaños, el tuno folladooooooooor, las hostias por las escaleras abajo, la sueca guarrilla que no sabía "lo que estaba bien y lo que estaba mal" por enrollarse conmigo en la disco teniendo el novio en el barco, Lucas y sus laaaaaargas conversaciones sobre la vida, (y sus chupitos de tequila), la morena frotadora, el gorrito teutón, la pequeñita morena hispano-parlante y la griega tremenda...en fin, es la Viking, no se puede explicar con palabras, hay que vivirla.

Viernes: No hay mucho que decir, llegamos por la tarde de la viking a casa y de noche nos fuimos al "The Vibe" (www.thevibe.se), más conocido como el bar del froten, allí Lucas y Abella pudieron comprobar como se las gastan las niñitas de la alta suciedad sueca. Lo de siempre, el garito a reventar de gente, rubias y más rubias frotándose mutuamente, empujones por doquier y cervezas a precios de cacharros interncional hispánicos, pero bueno, el The Vibe es algo que todo aquél que venga a Estocolmo tiene que ver.

Sábado: Como nos levantamos tarde después de tres días de beber sin parar decidimos hacer turismo "ligth" y acercarnos al "Globen" por la tarde, el pabellón deportivo más grande de Suecia, para quien no lo halla visto es como una pelota de golf, pero aumentada 100 veces. De noche como no nos apetecía caminar demasiado hicimos una visita al "Grand Garbo" (www.grandgarbo.com), una disco que queda como a 25 metros de mi casa. Allá compobamos que da igual la clase social de los suecos, siempre te darán empujones (cabrones), también descubrieron lo calientapollas que son las suecas (eso ellos, yo ya lo sabía), y poca cosa más, mucho tecno en un sitio y mucho hip-hop en el otro.

Domingo: Día vegetativo 100%. A las 8 a ver la carrera de Alonso, de tarde una partida a los bolos (gané yo, jaja), y después el derbi madrileño. El final del Valencia-Nastic y después de la última cena en el Bel-Ami nos pusimos a ver esa gran peli que es "Virgen a los 40", y después a esperar a la partida de estos dos elementos a las 2 de la madrugada.

¿Aún no estais convencidos de venir a visitar Estocolmo?