Finales de agosto, estudiando sueco y a las suecas

Ya me empiezo a sentir realmente como en casa, parece que hemos dejado atrás el tórrido verano sueco y ya hasta ha llovido un par de días (aquí cuando llueve, llueve de verdad), mis compañeros ibéricos estaban un poco puteadillos por la lluvia, pero a mi ya empezaba a hacerme falta.

También después de 2 semanas de inactividad total ya he empezado a hacer deporte, ya he ido un par de tardes a jugar al fútbol en unos campos que están a tomar pol culo, pero bueno, se agradece tocar un poco balón, por cierto, el nivel sueco medio futbolístico es bastante pobre, los suecos que más controlan no son rubios y de ojos azules precisamente, son hijos de inmigrantes (vease Larsson e Ibrahimovic). Aquí lo del fútbol sala no se estila, así que jugamos o bien a fútbol 7 o en un campo 11 contra 11, no está mal, pero mi mermado estado físico se resiente un poco.

Cuestión de fiestas:

Estos de la KTH nos siguen llevando de excursiones cuales boyscouts quinceañeros, el sábado pasado nos llevaron a la “Osqvik party”, que consistía en una cabaña en el medio del bosque allá donde cristo perdió el mechero, en la que tenías una sauna al lado del lago, el “modus operandi” era el siguiente, te metías en la sauna a 90 grados y acto seguido te bañabas en el lago a unos 10, así una y otra vez… sentías una paz interior que pa que contaros, aunque tampoco os creáis que esto es una juerga continua, creo que la H de KTH significa “hombres”, porque aquí la proporción es bastante más baja que incluso la EUITIO, yo diría que una tía toca a unos 15 o 20 tíos…tanta competencia me estresa.

Pero ¿cómo?, ¿es todo así?

Nooooooooo, mis pequeños lectores, el miércoles (si un miércoles), salí por primera vez en serio a ver que se cocía por las noches de Estocolmo…me dieron ganas de llorar, pero esta vez de alegría.

Varias cosas que se ha de saber antes de salir por Estocolmo:

-Documentación:
Aquí SIEMPRE tienes que ir con el DNI, en prácticamente todos los bares te lo piden por ley, en ciertos sitios la edad mínima es de 23 años (ya ves).

-Formas de entrar:
2 formas, si “estás en la lista” que el amable portero del club (suele ser un armario nórdico de 4x4 con cara de mala hostia) tiene en su poder, o bien pagando a toca teja (la forma en la que entraremos prácticamente el 100% de las veces), suele ser unas 100 coronas (para convertir a € córrase la coma una unidad a la izquierda).

-Vestuario:
En Estocolmo son muuuuuuuy pijos, aquí se codea la alta sociedad sueca con su poderosísimo poder adquisitivo y lo más normal en ver entrar a los bares y discotecas gente que parecen o bien recién salidas de una convención de nuevas generaciones del PP o de un desfile de modelos estilo “yosoyelmáscooldelmundoy temiropordebajodelhombro”, con esto quiero deciros que mejor que salgáis con ropa más o menos decente, no por no desentonar, sino porque los porteros tienen la potestad de decirte en un perfecto inglés “tu aquí no entras”, y no es conveniente ponerse a discutir con ese tipo de gente.

-Copas y birras:
Más te vale tener realmente sed antes de pedir algo, precio medio de la cerveza : 48 coronas, ¿un cacharro?, lo desconozco, pero hay rumores que pueden pedirte 90 coronas fácilmente (reíros ahora del Salsi, jeje), eso si, aquí todo se puede pagar con tarjeta (yo suelo hacerlo así), ventajas, es mucho más cómodo, inconveniente, que parece que estás bebiendo gratis, y cuando al final de mes te venga el extracto puedes llevarte un buen susto.

-Ya estoy dentro, con mi cerveza de 48 coronas ¿Ahora qué?:
Aunque aún estoy en fase de estudio de las costumbres suecas os contaré como funciona la cosa, aunque os advierto que aunque escribiera un millón de palabras no se aproximaría a la realidad, estas cosas tienes que verlas con tus propios ojos.

Estás en un bar con una proporción de…pues 4 tías por cada tío, pero tias…joer, si en España se catalogaban de “Champions league” entonces aquí habría que inventar una nueva liga para que todas estas tías pudieran jugar. Impresionante, y el que me conozca un poco sabrá que mi nivel de exigencia es, digamos, bastante riguroso. Pues bien, estas tías (90% rubias, al que no le gusten las rubias aquí tiene un problema, aunque al que no le gusten estas rubias es simplemente gay) están apelotonadas en el medio del “dance floor” bailando frenéticamente al ritmo de la música hortera del DJ de turno y entonces es cuando el género masculino se acerca sigilosamente y ,siguiendo los más primitivos rituales de apareamiento, se arrima lo más posible a la víctima, en una acción conocida popularmente por la comunidad española como “El froten” (por motivos obvios que no necesitan ser explicados), si la rubia en cuestión está interesada pues seguirá bailando con ella, sino él se girará y buscará alguna otra presa cercana de igual o mayor calidad, así hasta que caiga por agotamiento y consiga llevarse el gato al agua (y donde digo gato podéis poner sueca y donde digo agua podéis poner cama), eso si, lo del rollo de ir a hablar con la tía y darle la chapa no lo he visto mucho la verdad (lo siento Costa, este no es tu país :)).

Y este viernes me voy de crucero con la archiconocida “Viking Line” a una isla perdida del báltico, donde podré comprar en aguas internacionales alcohol a precio nacional (de España se entiende), y donde podré por fin beber a gusto después de 15 días de abstinencia forzada.

Por cierto, ya he ido un par de veces al IKEA y se puede decir que vivo en un piso acogedor, tendré que actualizar el video para que veáis la “embajada” remodelada.

Ciao!, seguiremos informando.